Esa aparente irrelevancia de los contenidos en 3D se ha vuelto a confirmar en el reciente CES, con fabricantes que han anunciado que dejarán de ofrecer esta capacidad en sus nuevos modelos para centrarse en otras mejoras técnicas. Las ventas no han parado de caer, cada vez menos películas se estrenan con esa versión alternativa y los usuarios no aprovechan esa característica de sus Smart TV más que de forma anecdótica. ¿Estamos ante la muerte de los contenidos en 3D en cine y televisión?
Los fabricantes, en retirada
Tenemos un buen ejemplo en LG y Sony, dos de los fabricantes que aún ofrecían soporte de tecnología 3D en sus televisores. Si están interesados en esa opción de prisa, porque ninguno de los dos ofrecerá dicho soporte en sus modelos de 2017. Ni en sus modelos de gama alta, mucho más centrados en la integración de 4K y HDR y de pantallas OLED, se contempla esa opción.Lo mismo ocurrió con Samsung, que abandonó el soporte 3D en 2016, con Philips, que tomó la misma decisión el año pasado, o con Vizio, que no lo incorpora desde 2013, pero también sucede algo parecido con otros fabricantes como Sharp o HiSense, que tampoco ofrecieron esa capacidad en los televisores que presentaron en el reciente CES 2017.
Tim Alessi, directivo en LG, explicaba en CNET como "la capacidad 3D nunca fue realmente aceptada en la industria para uso doméstico, y ya no es un factor clave de compra cuando se selecciona un nuevo televisor".
De hecho este directivo indicaba cómo en sus encuestas internas el uso de dicha opción en sus televisores era muy bajo, algo que ha hecho que como decía Alessi "abandonemos el soporte 3D en 2017 para poder centrarnos en otras capacidades como HDR, que tiene mucho más atractivo a nivel global".
Las TV 3D parece decir adiós, o quizás solo hasta luego
Sony y el resto de fabricantes también demuestran estar en franca retirada, algo lógico si hacemos caso a los datos de la consultora NPD Group, cuyos estudios revelan que las TV con 3D representan el 8% del total de las ventas en Estados Unidos en 2016, mientras que en 2015 representaban el 16%. Algo similar ocurre con los reproductores Blu-ray: los que ofrecían soporte 3D nativo representaron el 11% en 2016, por un 25% en 2015 y un 40% cuando estos sistemas estaban pegando fuerte en 2012.¿Qué ha pasado con esos contenidos? Probablemente hayamos acabado saturados por una opción que se sobrevaloró y se sobreutilizó: de repente todo tenía que ser 3D, y películas que nunca estuvieron pensadas para ser disfrutadas en 3D aparecían con un acabado 3D demasiado artificial y que no aportaba nada diferencial.
Algunos usuarios quieren que esta opción siga presente en algunos televisores —hay una petición en Change.org al respecto— y probablemente en algún momento esta capacidad vuelva a demostrar su potencial como ya lo hizo en Avatar. Veremos si entonces vuelve la fiebre y lo hace de una manera justificada, aunque parece que la realidad virtual podría plantear una alternativa muy válida a ese tipo de contenidos y experiencias.
Fuente: https://www.xataka.com
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